La OMS considera que las gafas o lentes de contacto son intervenciones funcionales, ya que no eliminan ni curan el error de refracción tratando sus causas (43); más bien se utilizan para compensar errores de refracción comunes como la miopía, la hipermetropía y la presbicia. De la misma manera, la incorporación de prismas en las gafas puede utilizarse para compensar la visión doble que se produce debido a una variedad de causas.
Las gafas también se utilizan en el contexto de la rehabilitación de la visión.
Por ejemplo, hay lentes convexas que se incorporan a las gafas para magnificar la imagen y ayudar a las personas con baja visión a realizar
cómodamente sus tareas de cerca.
Las gafas son también una ayuda técnica y forman parte de la lista de productos de apoyo prioritarios de la OMS’. La OMS define los dispositivos y tecnologías de apoyo como aquellos cuya finalidad principal es mantener o aumentar la autonomía y el funcionamiento de las personas para facilitar su participación y mejorar su bienestar general (44).